Amigos en la Red

Vivimos en un mundo en el que la palabra conectar ha tomado un sentido primordial  en nuestras vidas.

Desde que entramos en el mundo de la informática y  empezamos a descubrir el ordenador y las mágnificas opciones que nos facilita, hemos ido descubriendo no solo temas interesantes, fotos maravillosas, presentaciones bellísimas, información que no sabíamos sino tambien que se nos ha abierto la puerta, bien por un interés común o a veces hasta por casualidad, para descubrir personas que están al otro lado y con la que intercambiamos toda una serie de e mails que nos acercan y nos descubren.

Entonces decimos que estamos conectados y en ese corto espacio de tiempo en que nos dedicamos  a intercambiar información, vamos al mismo tiempo descubriendo la forma de pensar o de entender la vida, de muchisimas personas que viven, sienten y palpan la vida de manera muy similar a la nuestra.

Son personas a las que ponemos una cara que muchas veces no corresponde a la verdadera, pero lo importante es que le ponemos un alma que si coincide en la mayoria de los casos con la auténtica. Para ello no solo es necesario manifestar una total sinceridad en lo que se dice y expresa, sino también mantener un hilo extendido en el tiempo y en la distancia.

Y es entonces cuando surgen amistades del corazón, amistades que aunque no hayan compartido una infancia, una adolescencia o unas vicisitudes similares, son personas que pasan a formar parte de nuestra vida de una manera real, aunque la amistad sea totalmente virtual  y la conexión, que en un principio se definía como estar a la misma vez hacendo uso de un ordenador pasa a ser una conexión que va más allá de lo técnico para pasar a formar parte del espíritu,  de lo humano, dejando de ser trascendental para pasar a ser sentimental.

Entonces estar conectados, es tambien estarlo en ideas, en vivencias comunes, en ideologias, en maneras de pensar, de descubrir las cosas, de sentirlas, en un día a día con situaciones similares aunque cada uno viva en distinto país, en distinto horario y en distinta situación.

La máquina puede hacernos más humanos de lo que somos y nos pone a prueba, dejando atrás convencionalismos, maneras de pensar, prejuicios raciales, estereotipos de belleza, lugares de nacimiento, etc. y ya no tenemos delante a alguien que nos cuadra por ser de determinadas características preconcebidas sino a un ser humano sin rostro pero con nuestras mismas sensaciones, preocupaciones y estados de ánimo que nos escucha, nos lee y comparte con nosotros su alegría o su pena, su nostalgia o su angustia, sus proyectos o sus sentimientos y se despoja de su piel y de su rostro y nos enseña lo que es común a todos: Su corazón.

Creo que si se utilizara esta herramienta siempre de manera favorable, podríamos inundar el mundo de más cariño, de más paz y de nobles sentimientos, como los que yo he encontrado hasta ahora en mis amig@s de internet. A todos ellos, muchas, muchísimas Gracias.