El beso

El beso es irremediablemente el inicio a una rendición. La puerta que nos lleva al paraiso. 
Un beso es poner miel en los labios y recuerdos en el alma. Un beso lo es todo pero también puede no ser nada. Un beso es mucho más o un poco menos.

Es dejarse llevar de unos labios al vacio, al infinito, a lo más profundo  de nuestro interior. Es desnudar el alma, es dejar las armas, es compartir las ideas, es entregar la boca, dejarse el corazón o derrochar pasiones. Puede un beso ser tantas cosas... 

Dicen que no hay mejor beso que el robado, aunque yo prefiero los que se dan al unísono, haciendo bailar las bocas al ritmo de los latidos del corazón, besos que empiezan siendo caricia para terminar siendo fuego y que oscilan de la ternura a la pasión volviendose salvajes e incontrolables. Que triste debe ser no haber recibido nunca un beso, no haber degustado a que saben, no haber viajado con ellos a un mundo donde ambos se sienten plenamente compenetrados, la mujer es más Mujer, él hombre más Hombre y cada uno  a través de la sustancia del beso comparten sus sentimientos más intensos.

Es tan mágico el beso y tan desoladoer cuando no existe. Quienes lo prueban ya no pueden vivir sin ellos porque su sabia pasa a formar parte de nosotros mismos.

Puede llevarnos al pasado y conducirnos al futuro mientras vivimos el presente. Un beso puede ser amargo o dulce, inquieto o sereno, pasional o triste. Un beso puede ser promesa o quedarse en esperanza, final o inicio siempre queda grabado en los confines de la mente y si fue un beso sincero siempre queda a fuego en el fondo de nuestro corazón. 

Allí permanece vibrante y espectante a que los labios lo renueven y el beso vuelva a rendirnos. Los mejores besos son los que se dan con los ojos y en los que se pone toda el alma. Aquellos en que la entrega es total e ilimitada y que nos dejan en el filo de la boca una presión tibia y eterna que nunca se olvida.....