Amor infinito

Cuando derramas tus dedos trepando por mi espalda y cierras los ojos con esa calidez que da el cariño, sé que nada en la vida es comparable a tus besos, a tu risa, a ese instante a la vez eterno e inconmensurable de tenerte a mi lado.

Trepo, trepo contigo cuando mis dedos exploran cada rincón de ese abismo profundo que es el deseo y es entonces, solo entonces, cuando me siento atrapada de tus manos y de tu boca y exploro contigo aquel camino lejano que a la vez nos lleva tan lejos, tanto como nosotros queremos…entonces me miras y te descubres y me haces saber cuanto me quieres, porque sé que me quieres más de lo que tú mismo adivinas, lo dicen tus ojos que cambian su brillo y su tonalidad y se convierten en agua, en marea, en océano.... en las olas que arrasan mi bahía y que traen su espuma hacia mi playa.

Tu boca es la que me muestra que más allá del horizonte hay otros mundos, un mundo tuyo y mio que solo nosotros conocemos …un mundo perfecto donde tu piel y la mia forman un solo cuerpo y donde los arpegios apenas audibles de nuestras caricias, van formando una cadena de susurros salpicando nuestras bocas de una mezcla salobre y a la vez dulce, embriagadora y acompasada.

Tus besos que son la puerta abierta a mi deseo, exploran el infinito de mi boca y otorgan mil y una sensaciones a mi cuerpo ya rendido, ya entregado y ya vencido. No puedo luchar contra tu boca ni tú contra la mia y es entonces cuando dejamos atrás ideas, convicciones, fundamentos, sueños, motivos y creencias, en pos de un sentimiento más fuerte que nosotros mismos. Un sentimiento que crece y crece y se hace más inmenso que el mar de tus ojos.

Tus manos que no paran de recorrer mi espalda se tornan indolentes y obsesivas por poseerme, entonces me vuelvo tuya…absoluta y definitivamente tuya, más que entonces, más que ahora, más que nunca....   porque logras extraer de mi hasta lo más profundo de mi ser y me siento tan mujer contigo, que me vuelvo sensaciones y me fundo conjuntamente, en una hoguera perfecta. 

Entonces, nos elevamos tan alto o más que las nubes a nuestro particular cielo, y alli abajo, en el mundo terrenal nuestros cuerpos sedientos y vencidos casi desparramados en su duermevela nos permiten observar desde lo alto que hemos sobrepasado el límite y que estamos hechos de una sola carne, de un solo sueño, de una sola provocación, de un solo deseo, de una sola idea, de un solo amor….un amor eterno infranqueable en el tiempo al que la pasión y el tiempo aún no han logrado olvidar...

Sentir algo asi no es fácil, y lo supongo un privilegio, tampoco lo es el reencontrarnos en cada beso y traspasar más allá  los límites del deseo y descubrirme en tu mirada mientras pronuncias mi nombre. Nunca podré olvidar cuanto te quiero, mientras mi voluntad y mi amor me lo permitan, te llevaré conmigo alli donde vaya....