El amor en la mirada

Me senté a desayunar como cada día disfrutando de los rayos de sol que después de unas semanas de continuas lluvias, intentaban darse paso entre las nubes. Justamente delante de mi mesa una pareja se miraba a los ojos de manera intensa, él quedaba de espaldas a mi, mientras que ella se situaba de perfil y me impactó con cuanta ternura fijaba sus ojos en él, durante todo el rato que duró mi desayuno, la devoción con que ella mantenía su mirada y los arrumacos que él le regalaba, me estaban emocionando.

Lo sorprendente de este hecho no era el enamoramiento de esta pareja sino su edad, podrían tener unos 60 años o quizás más, sin embargo los dos tenían un cuerpo bien formado y delgado, que si no fuese por las arrugas del rostro nadie diría que eran mayores. No sé porque pero pensé como serían de jóvenes quizás porque el sentimiento que manifestaban tenia toda la ternura del primer amor, el que vivimos a los 15 o 20 años, estaba claro que a ellos no le importaba la edad ni siquiera la magia de la adolescencia para disfrutar de ese cariño loco, espiritual y tan hermoso que nos hace tocar el cielo con las manos. Resultaba extraño verlos así pero al mismo tiempo era reconfortante, poco después se alejaron, abrazados y cogidos de la cintura siguieron rumbo a la playa.

Verlos me hizo pensar en como clasificamos los sentimientos en cada etapa de nuestra vida y en como después con el paso del tiempo nos avergonzamos en ir abrazados por la calle con nuestra pareja, e incluso besándonos por temor a que nos miren de manera extraña.

Si el amor nos toca de lleno el alma, estas demostraciones deberían estar por encima de todo y de todos, en cada momento de nuestra vida. Estamos perdiendo la ternura, la compasión, el brillo en la mirada, la luz que da una sonrisa enamorada y en vez de ir por la vida a saltos de corazón vamos cabizbajos y llenos de preocupaciones.

Esta pareja me ha impactado hoy y quisiera vivir el amor como ellas, encendiendo mi vida con la luz de los ojos en los que yo me reflejo y sin importarme nada, prometo desde hoy, besar mucho más cada día, porque no hay nada más importante en la vida que estar enamorado y sentir que el corazón puede volar por si solo.